Implantes dentales
Los implantes dentales son raíces artificiales de titanio que sustituyen al diente natural. Es la manera más conservadora de reponer una pieza perdida de manera fija, ya que no es necesario anclar la prótesis a los dientes adyacentes. El implante dental va atornillado directamente en el hueso y requiere un tiempo de integración que puede variar entre tres meses y un año, dependiendo del tipo de cirugía a la que nos hayamos sometido. El tornillo que ponemos en la boca es muy similar al que puede poner un traumatólogo en un hueso. La diferencia radica en que la boca es una cavidad con miles de bacterias que pueden afectar a la integración del implante.
OSTEOINTEGRACIÓN
La osteointegración de un implante es muy fácil de entender si observamos la superficie de un implante al microscopio. A medida que vemos más de cerca el implante podremos observar que la superficie no es lisa en absoluto. Todo lo contrario. La superficie está tratada para presentar el mayor número de irregularidades posibles. Estas irregularidades conforman un soporte extra cuando el hueso ocupa los espacios vacios que han quedado entre hueso y el implante alcanzándose así la osteointegración.
