Endodoncia
Cuando una caries o una fractura invade el espacio en el que se encuentra el nervio y los vasos sanguíneos de nuestros dientes, se produce una inflamación y posterior infección del mismo. Este tipo de infección no se puede resolver con un único tratamiento antibiótico, y es necesaria la desinfección y obturación con un material adecuado de los conductos. A éste tratamiento se le llama endodoncia (imagen “1”).
La endodoncia es el tratamiento de mayor complejidad, ya que tenemos que trabajar en un espacio muy pequeño y con una visibilidad casi nula. Actualmente disponemos de técnicas radiológicas que nos permiten un control preciso de la longitud de la raíz, permitiéndonos trabajar dentro de los límites del diente. También disponemos de técnicas mecánicas que nos permiten realizar una limpieza muy precisa de los conductos radiculares mejorando considerablemente el pronóstico de este tratamiento. En la imagen “2” podemos apreciar una endodoncia que radiográficamente está perfecta. Podemos apreciar que el relleno blanco de la raíz del diente llega justo hasta el final del diente, aunque esto sólo no nos garantiza el éxito del tratamiento. Es tan importante el buen sellado de la cavidad como una buena desinfección del espacio antes de ser obturado.
En la imagen “3” podemos ver una endodoncia fracasada presumiblemente por una falta importante de relleno en una de las raíces. Podemos apreciar una zona más oscura alrededor de esta raíz que nos indica el fracaso del tratamiento.
Todos nuestros tratamientos tienen garantía. En el caso de las endodoncias, la garantía varía en función de la infección que tenía el diente antes del tratamiento. De manera que los dientes que han sufrido una infección de larga duración tienen una garantía menor que la de un diente que ha sido desvitalizado por razones protésicas o por una caries muy profunda que aun no ha llegado a afectar al nervio.
Es común entre los pacientes pensar que si no duele no hay infección. Esta manera de pensar es errónea. Se puede tener una gran infección sin dolor, siempre que la presión del gas o el pus tenga por donde escapar. Los dolores dentales se producen cuando una inflamación no tiene por donde drenar y el aumento de la presión que se acumula dentro del diente.
Al eliminar la pulpa de un diente provocamos la deshidratación de este aumentando su fragilidad. Por esta razón es recomendable la reconstrucción con una corona que distribuya las fuerzas homogéneamente impidiendo una fractura que podría suponer la pérdida del diente.
En nuestra Clínica Dental, las endodoncias con grandes infecciones tienen una garantía de un año, las endodoncias en las que existen caries profundas que afectan al nervio con infección moderada tienen una garantía de tres años, y las endodoncias de dientes vitales sin afección del nervio tienen una garantía de cinco años.
La diferencia de tiempo en las garantías se debe a que, aunque realicemos perfectamente una endodoncia, entre más bacterias tenga un diente, menos favorable será su pronóstico. La garantía del tratamiento sólo afecta al fracaso del tratamiento y no cubre el fracaso del tratamiento por otras razones, como pueden ser la fractura de la pieza o la incompetencia de los tejidos periodontales para soportar el diente (enfermedad periodontal).